Imaginemos un poco, que es gratis
Imaginemos una ría limpia, imaginemos la sorpresa de peces de agua dulce que se encuentran con peces de agua salada, imaginemos a los pescadores pasando la tarde junto a los pantalanes, intentando atrapar a unos y a otros, imaginemos unas aguas surcadas por barcos de grandes velas, y por otros, más pequeños y llenos de gente, recorriendo la ría de arriba y abajo y admirando la evolución histórica de una ciudad, de una gran ciudad, el gran Bilbao, a través de su ría.
Imaginemos que una de las paradas de ese recorrido es aquí, en la dársena de Lamiako. Imaginemos un gran parque, pensado para que la gente que vive a su alrededor y los animales y plantas que viven dentro de él puedan coexistir tranquilamente, imaginemos un pequeño centro de interpretación para explicar a los niños y no tan niños el humedal de la dársena, con sus charcas pobladas de pececillos, renacuajos y de pájaros que se toman un descanso en su periplo migratorio, imaginemos un centro de observación de aves donde poder disfrutar de especies que parece que sólo existen en los documentales como el martín pescador o la garza imperial.
Y ahora, volvamos a la realidad. Con el objetivo de convertir la ría en un espacio vivo y lúdico, este verano se van a llevar a cabo distintas actividades como excursiones en barco y cursos de piragüismo, organizadas por el Ayuntamiento de Bilbao. Retoma así el Consistorio el viejo y deseado proyecto de revitalizar la ría, pero sólo una parte, la más cercana a la ciudad. ¿Cómo se entiende un proyecto de recuperación de la ría construyendo una depuradora en un hábitat sin igual como es la dársena de Lamiako? ¿Por qué la dársena de Lamiako no puede ser un áula medioambiental como la que existe en Getxo o la que se va a construir en Etxebarri?
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